THE MUSHROOM HUNTER by María Encarnación Carrillo

martes, 28 de agosto de 2012

BLONDE de Joyce Carol Oates


En Blonde de Joyce Carol Oates, finalista del Pulitzer 2001, nos encontramos con la biografía novelada de Norma Jean Baker, conocida mundialmente como Marilyn Monroe.
Una obra interesante, narrada mediante numerosas voces, las voces de las personas que estuvieron cerca de la actriz de una u otra manera, voces que inundan las más de novecientas páginas del libro que avanza y retrocede en innumerables flashbacks y que nos recuerdan a una especie de documental sobre la actriz donde sus familiares, maridos, amantes, maquilladores, médicos, farmacéutica, peluqueros, agentes del FBI y hasta “el presidente” hablan de la niña huérfana, la adolescente recién casada, la joven actriz y la no tan joven actriz convertida en sex symbol. Cada uno nos habla desde su punto de vista, cada uno desde sus prejuicios. Prejuicios hacia un personaje al que deseaban y al que, sin embargo,  maltrataban en la mayoría de las veces de forma directa o indirecta.
No se nos puede escapar que el estereotipo, objeto del deseo masculino, el personaje plano y no humano en el que se había convertido Marilyn, dañaba sobremanera a Norma Jean Baker; Norma, la persona; Norma, la mujer. Una mujer, que por otro lado, arrastraba una infancia rota, huérfana, maltratada y abusada; y que no contaba con las defensas necesarias para abanderar el personaje que encarnó y que, quizás por ello, siguió sufriendo abusos en su edad adulta. Tratada en innumerables ocasiones por la industria de Hollywood y por sus amantes de “tonta” y “puta”, nos llama especialmente la atención las denigrantes escenas de sexo con “el presidente”, máximo representante de toda una nación.
Y mientras, ella se esforzaba por conseguir ser lo contrario de lo que se esperaba de su personaje como sex symbol: se preocupaba por leer, estudiar arte dramático, ser madre (tuvo numerosos abortos provocados y naturales). Una lucha que mantuvo hasta el final de sus días con el estereotipo machista que representaba y que nos habla de locura, de drogas y de alcohol. De qué otra manera si no. Un coctel al que es casi imposible sobrevivir.
Curioso fue, para mí, el lugar de su muerte: su casa en Fith Helena Drive en Brentwood, California. La única casa que tuvo, un lugar propio, comprado por ella y para ella…Un dato éste que me hace sospechar del por qué de su muerte: accidente, suicidio, asesinato…Oates también sospecha de su muerte y se decanta por el asesinato al final de la historia.
De toda la obra, me quedo con la voz de Norma Jean Baker, que aparece a lo largo del libro en cursiva, como un grito entre tanta palabrería ajena, un grito pidiendo ayuda; tal y como vemos en estos versos escritos por ella y que aparecen en el último capítulo del libro:
¡Socorro! ¡Socorro!
Socorro, siento que la vida se acerca.
(Termino con esta interesante colección de fotos de la actriz en el rodaje de la película "The misfits" (Vidas Rebeldes) de John Huston, guión de Arthur Miller rodada en Nevada con Clark Gable y Montgomery Clift.)

miércoles, 30 de mayo de 2012

EL ARTE DE LLEVAR RAZÓN de Arthur Shopenhauer




Políticos intentando llevar razón



En estos tiempos de crisis da la impresión de que la política es un gran engaño y de que los políticos que gobiernan hablan sin llevar razón justificando sus medidas de recortes aquí y allá con argumentos nada fiables.
Pues bien, en un intento de desenmascarar esta sarta de mentiras políticas que nos invaden, y buscando de alguna manera entender los mecanismos dialécticos que hay tras los discursos políticos de los que gobiernan principalmente, me he acercado a esta pequeña obra de Arthur Shopenhauer El arte de llevar razón expuesto en 38 estratagemas.
Después de una atenta lectura, la cosa consiste en identificar en el discurso dialéctico del político que gobierna de forma engañosa alguna de estas estratagemas expuestas por el autor, para así, demostrar de una vez por todas su gran mentira. También puede que, en nuestro intento de indagar en los discursos políticos buscando el engaño, nos parezca encontrarnos con alguna verdad, cosa rara y difícil, aunque no descartada; y que aun pareciendo verdad, debemos tomarla con suspicacia por si acaso se estuviera sirviendo el político de alguna estratagema no registrada por Shopenhauer. Lo cual nos indica que debemos andarnos listos, activando nuestro pensamiento crítico siempre ante el discurso político.
Antes de mostrar una de las estratagemas expuestas por el autor que tratamos, decir que aunque el político las utilice no es indicativo de su grado de cultura, ni de su formación; pues de sobra es sabido que a menudo la formación de los políticos es escasa, muchos no han tenido ningún trabajo remunerado fuera de la política en su vida, otros carecen de estudios universitarios, e incluso muchos se atreven a gobernar un país sin dominar un segundo idioma (al menos deberían dominar el inglés para entenderse a nivel internacional, imagino). Y pienso entonces que, dichos políticos parecen haber adquirido de forma instintiva este tipo de argucias para llevar razón sin llevarla, o incluso puede que alguno haya nacido con ella.
 Para terminar voy a centrarme en la Estratagema Nº 8:
“Provocar la cólera del adversario, pues, en su furor, no será capaz de juzgar correctamente y percibir su propia ventaja. Se irrita su cólera haciéndole, sin disimulo, algo injusto, vejándolo y, sobre todo, tratándolo con insolencia.”
Y esto me hace pensar en la cantidad de personas indignadas en la actualidad con los que gobiernan, y que si aplicamos la estratagema Nº 8 descrita por Shopenhauer no nos queda más remedio decir que, es un signo inequívoco entonces de que quieren llevar razón sin llevarla, y que si esto es así, no debemos desanimarnos, pues advertidos como estamos por el autor de estar siendo engañados, debemos saber que nos encontramos con ventaja según apunta también dicha fórmula, y es nuestra responsabilidad, según podamos, de solucionar esta mala situación.



Apostar por la cultura de los ciudadanos es invertir en una gran empresa. Los recursos humanos de un país están en juego.

sábado, 3 de marzo de 2012

VEN Y DIME CÓMO VIVES de Agatha Christie

De la conocida autora británica Agatha Christie es posible leer un título distinto cada mes durante siete años seguidos. Y también es posible ver una dramatización distinta de una obra suya cada mes durante dos años.
Personalmente disfruté mucho en su día leyendo obras como  Muerte en el Nilo o Diez Negritos, y ahora he vuelto a disfrutar con una obra suya autobiográfica: Ven y dime como vives.  Un libro amable y divertido o como ella misma describe en el prólogo “un entretenimiento…, un librillo lleno de quehaceres y acontecimientos cotidianos” en el que nos narra las peripecias vividas en las excavaciones arqueológicas en Siria e Irak, a lado de su segundo marido, el arqueólogo Max Mallowan.
A lo largo de sus páginas podemos sumergirnos en las  simpáticas aventuras de este grupo de occidentales hipercivilizados, ciudadanos de Gran Bretaña. Entre lo que se encontraba Agatha, una mujer, que pese a su fama como escritora de novela policiaca, participó por completo en las excavaciones de Max en Siria e Irak, soportando incomodidades y buscando el lado divertido de los desastres que continuamente sucedían y que en numerosas ocasiones eran debidos al choque de culturas.
Podemos ver en las historias que nos narra como estos “quehaceres y acontecimientos cotidianos” son lo suficientemente extraordinarios para hacernos pasar un buen rato. Episodio tras episodio vemos como  hombres y máquinas son propensos por igual a crear problemas, y lo mismo da ratones, murciélagos, arañas, pulgas o desórdenes estomacales, todo se nos describe con un guiño amable.
También hay entre sus páginas descripciones que nos acercan a una Agatha Christie apasionada por la vida y que disfruta con la misma; como ejemplo os dejo esta deliciosa descripción del Orient Express en el primer capítulo, un pasaje que nos habla de su fascinación por los trenes y de las promesas de aventura que el emprender un viaje en uno de ellos conlleva:

“Hace muchos, muchos años, cuando iba a la Costa Azul o a París, me fascinaba al ver el Orient Express en Calais y ansiaba viajar en él. Ahora se ha vuelto un viejo amigo de familia, pero la emoción no es menor. ¡Viajaré en el Orient Express! ¡Estoy en el Orient Express! Estoy realmente en el vagón azul que luce una sencilla leyenda en la parte exterior: CALAIS-ESTAMBUL. Es, sin la menor duda mi tren predilecto. Me gusta su tempo, que a partir de un allegro con furore se balancea y traquetea y se agita de un lado a otro en su delirante prisa por abandonar Calais y Occidente, reduciendo gradualmente el ritmo a un rallentando a medida que avanza hacia el este, hasta convertirse decididamente en un legato.

martes, 14 de febrero de 2012

ORATORIA de Winston Churchill

Winston Churchill (1874-1965) obtuvo el Premio Nobel de literatura en 1953. De esta manera se reconoció su obra escrita de carácter histórico, biográfico, así como los brillantes discursos donde en numerosas ocasiones fueron exaltados los valores humanos.
En su juventud se graduó en la Real Academia Militar de Sandhurst, y sirvió en la India y Sudán. Posteriormente pidió la excedencia para acudir como observador militar y corresponsal en la Guerra de Cuba en 1895, y destacó que los españoles eran “gente orgullosa que no pasaba por alto un insulto”. También estuvo en Sudáfrica como corresponsal en 1899, en la Guerra Bóer, donde se convirtió en héroe nacional al protagonizar una arriesgada fuga tras haber sido capturado.
En 1900 comienza su carrera política, desempeñando varios cargos como diputado, ministro de interior, y ministro de marina para finalmente acabar sucediendo a Chamberlain como primer ministro, el 10 de mayo de 1940.
El mundo recuerda a Churchill por su templanza y coraje al frente de un país, la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial, en sus horas más dramáticas. Churchill con su aspecto afable, siempre bajo un bombín y chupando un grueso puro, guió a sus compatriotas cuando resistían el imparable avance del fascismo en Europa.
Al inicio de su primer mandato durante los difíciles días de 1940, ya iniciada la II Guerra Mundial (evacuación de Dunkerque, caída de Francia en poder alemán y batalla de Inglaterra), la combatividad de Churchill y sus enfervorizados discursos infundieron ánimo a los británicos para continuar la lucha. Es indiscutible la magnífica oratoria de su famoso discurso del 4 de junio de 1940 (http://en.wikisource.org/wiki/We_shall_fight_on_the_beaches ) lleno de coraje y valentía en el que alentaba a sus compatriotas a no rendirse jamás, cuando parecía inevitable que los alemanes invadieran la isla; son destacables sus palabras finales tras describir los difíciles momentos en los que se encontraban:

...continuaremos hasta el final... lucharemos en Francia... lucharemos en los mares y los océanos... lucharemos con cada vez mayor confianza y mayor fuerza en el aire...

...defenderemos nuestra isla cueste lo que cueste... lucharemos en las playas... lucharemos en las pistas de aterrizaje... lucharemos en los campos y en las calles... lucharemos en las colinas... nunca nos rendiremos...
Me gusta mucho este discurso, me parecen unas impresionantes palabras para una persona que empieza su mandato como presidente, de un país envuelto en una guerra, apenas un mes antes.
Y me gusta porque a veces, y sobre todo, en tiempos de crisis, se hace necesario que alguien con la inteligencia y la templanza de políticos como Churchill —aunque también tuvo sus sombras, como cuando de joven fue ministro de interior y ninguneó a las sufragistas cuando pedían votar—  alentara a las personas a seguir su lucha diaria con coraje y valentía. Porque cuando enciendo la televisión, escucho la radio, o leo la prensa tan solo me encuentro con una oratoria política pobre, vacía, demagógica, cobarde e impostora, y desde luego una oratoria nada literaria, vaticino que ninguno de su declamadores ganarán el Nobel de Literatura.

Winston Churchill es célebre también por sus frases, hoy quiero finalizar con una de ellas:

               “Un político ,debe ser capaz de predecir lo que pasara mañana, y la semana, el mes y el año próximos. Y también debe ser capaz de explicar por que no acertó.”





jueves, 12 de enero de 2012

MI AMOR DESGRACIADO de Lola López Mondéjar

 

Mi amor desgraciado, finalista del XXI Premio de Narrativa Torrente Ballester y editada por Siruela, es una obra magistralmente escrita por la escritora Lola López Mondéjar que me atrapó en el primer párrafo, dejándome casi sin aliento y llevándome en vilo hasta el final de la narración.



La obra cuenta la historia de dos mujeres cuya experiencia de la maternidad las afecta sobremanera, una maternidad vivida en desequilibrio, que las sobrecarga, que no las satisface, y que las lleva a cometer acciones que las marcarán a ellas y a sus familias de manera dramática; y que me ha hecho plantearme numerosas e interesantes cuestiones acerca del rol de las mujeres en esta sociedad. Roles que en muchas ocasiones siguen encerrando a las mujeres dentro de una urna en la que solo cabe el papel de esposa, madre, u objeto del deseo masculino…rancios papeles que en muchas ocasiones hacen desaparecer a la persona que la mujer lleva dentro, encasillándola, y que sin embargo siguen vigentes en la actualidad.



Así vemos como Hélène, atrapada en un estereotipo que la cosifica y la convierte en objeto sexual, vive su maternidad como un estorbo insoportable que le impide seguir desempeñando el papel que su marido le demandaba, pues sólo vivía para ello, y que la llevan a cometer el triste infanticidio, pues el ser madre la lleva a la renuncia total de su vida anterior, a su muerte simbólica, el único rol con el que se identificaba: “Cada vez que tenía que cuidarlos me sentía fuera de escena, como si hiciese algo sucio, ¡hay tantos pañales que quitar! ¡Tanto olor a heces que soportar! ¡Tanto afanarse, agacharse, recoger, colocar! ¿Cómo iba a permitir que él me viese de esa manera? Era antiestético, ¿me comprende? No hay imágenes, no hay películas que hagan hermoso e interesante el cuidado de los niños, y yo me sentía fuera de escena, desenfocada. Me irritaba pensar que alguien pudiera verme de semejante guisa: como una vulgar criada.”



Y no menos dañada vemos a la otra protagonista, asfixiada por su papel como esposa y madre y que nos lleva a preguntarnos ¿Qué puede provocar que una esposa y madre huya a una ciudad de otro país y abandone su hogar, a su marido y a su hija, su mundo hasta ese día conocido? La respuesta se puede encontrar en cualquier página de la obra, que está impregnada del motivo esencial que ha provocado que una de las protagonistas tenga la necesidad de desaparecer del escenario donde han transcurrido los últimos años de su vida, como podemos leer en sus páginas: “El amor maternal es un invento de los hombres, se lo digo yo, son los hombres quienes necesitan creer que les amamos por encima de nosotras mismas, sólo ellos. A la larga, las mujeres llegamos a saber qué es una madre, la amalgama de sentimientos que se esconden tras sus cuidados, la muerte de nosotras mismas que comporta; los hombres no. Nunca podrán saberlo. Entonces me quedé tranquila y sola, y eso me gustó.”



Y como vemos, ambas mujeres se mueven dentro de los estereotipos que la sociedad patriarcal tiene destinada para sus ciudadanas del sexo femenino, y paradójicamente lejos de cumplir el cometido para el que han sido programadas, es el propio rol de esposa, madre y objeto sexual el que las destruye, y acaban desarrollando comportamientos nocivos para sus familias y para si mismas.



La lectura de esta obra me ha traído a la mente la imagen de tantas y tantas esposas y madres, familiares y amigas, que pasan la vida trabajando en el hogar, cuidando a su marido y a sus hijos, sin que nadie les reconozca la labor social que realizan, y el sacrificio que comporta para muchas de ellas el dedicar una media de cinco horas diarias a dichos menesteres (a mi me parece que estas encuestas se quedan cortas en número de horas), frente a las escasa media hora que dedican de media los hombres. Así como la no integración de la maternidad en la sexualidad femenina, vivida como un estado al margen de ella.



Y lo que me extraña realmente, es cómo las mujeres que soportan esta situación, al igual que hace una de las mujeres en la obra, no abandonan en masa sus hogares antes de que el daño, que puede provocar en su persona, sea irrevocable, y pienso que quizás este sería otro motivo interesante a analizar: ¿por qué se consiente esta injusticia social en la que la mujer está al servicio de toda la familia? ¿Por qué la seguimos consintiendo las mujeres? ¿Por qué la consienten los hombres? ¿Y dónde está nuestra responsabilidad como mujeres y hombres y en definitiva como seres humanos para evitarlo? Y realmente creo, sin lugar a dudas, que quizás en la solución a este problema vaya implícito parte de nuestro equilibrio y nuestra salud como sociedad.



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