¿Qué puedo decir...?
Me ha gustado el concepto.
Coges un tema (gallinas) y ya tienes el título del libro (Gallinas).
Después, el tema aparece de manera recurrente a lo largo del libro, y de tan recurrente acaba siendo una metáfora de vida, de la vida de la protagonista que está de luto por haber padecido un aborto natural.
No es pretencioso, retrata pequeñas escenas en las que la protagonista y sus gallinas se encuentran en una suerte de vida doméstica, pequeña y pacífica, y mientras la vida va pasando.
Me ha gustado esa sensación que aporta su lectura.
El inicio:
"Durante la primera semana que tuvimos gallinas, hace cuatro años, Helen se pasó por casa para e ver con sus propios ojos lo pintoresco de la operación".
El corazón del drama de la protagonista, del que no se habla a penas durante el libro, aquí uno de los pocos pasajes:
"El bebé tendría que haber nacido el último día de septiembre, y aunque esas fechas no son una ciencia exacta, aun pienso en ese día como el día en el que mi hija no nació. El verano de aquel año arrancó lluviosos y luego no cayó ni una gota durante semanas, de modo que, a finales de septiembre, los árboles desplegaban un colorido más allá de lo imaginable. Mis pensamientos se articulaban en torno al principio central de que el nacimiento del bebé tendría que haber ocurrido y el aborto no, el aborto era la aberración inexplicable. Conforme a esto, los hermosos colores del otoño estaban ahí para nosotras."
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