THE MUSHROOM HUNTER by María Encarnación Carrillo

domingo, 30 de noviembre de 2014

CARTAS A UN JOVEN POETA (Reiner María Rilke, 1929)


De la relectura de Cartas a un joven poeta de Reiner María Rilke (Praga, 1975-Suiza, 1926), encuentro párrafos subrayados, frases y palabras que me han acompañado en su esencia, de forma más o menos intuitiva desde que comencé a escribir, siendo muy niña como escritora de cartas y diarios.
Más tarde, cuando tomé conciencia de mi necesidad de escribir, y de fluir literariamente montada en el barco de las palabras, busqué aquellos autores que  me ayudaban en el proceso creativo, generoso y sincero, que descubrían su alma en su obra, y cuyas emociones alimentaban la mía. Entre ellos Rilke, sin duda.
Recuerdo aquel verano caluroso, el dormitorio en casa de mis padres con aquel ventilador chirriante, mi sillón de lectura y el descubrimiento de este pequeño libro. Quería escribir y sus sabias palabras me alentaban a hacerlo. Traigo aquí algunas de los párrafos que subrayé entonces, pequeños tesoros que me ayudaron a seguir adelante:
“Usted pregunta si sus versos son buenos. Me lo pregunta a mí, como antes lo preguntó a otras personas. Envía sus versos a las revistas literarias, los compara con otros versos, y siente inquietud cuando ciertas redacciones rechazan sus ensayos poéticos. Pues bien ya que me permite darle consejo- he de rogarle que renuncie a todo eso. Está usted mirando hacia fuera, y precisamente esto es lo que ahora no debería hacer. Nadie le puede aconsejar ni ayudar. Nadie…No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo. Escudriñe hasta descubrir el móvil que le impele a escribir. Averigüe si ese móvil extiende sus raíces en lo más hondo de su alma. Y, procediendo a su propia confesión, inquiera y reconozca si tendría que morirse en cuanto ya no le fuere permitido escribir. Ante todo, esto: pregúntese en la hora más callada de su noche: ¿Debo yo escribir? Vaya cavando y ahondando, en busca de una respuesta profunda. Y si es afirmativa, si usted puede ir al encuentro de tan seria pregunta con un Sí debo, firme y sencillo, entonces, conforme a esta necesidad, erija el edificio de su vida.”

Así fue, y espero que siga siendo…